Las pepitas de calabaza, así como las de girasol y otras semillas, son una buena fuente de proteínas, grasas insaturadas, vitaminas, minerales y otros compuestos, que en conjunto brindan diversos beneficios a la salud. Seguro ya las probaste como snack, pero ¿sabías que puedes incluirlas en diferentes platillos? De esta forma puedes sacarle provecho a todas las propiedades que brindan a nuestro organismo
Te compartimos cinco beneficios y algunas formas sencillas de incorporarlas en tu menú diario.
- Ayudan a mejorar el buen humor y el sueño.
Gracias a que son ricas en magnesio y otros minerales, además ayudan a la producción de energía y promueven la salud de la piel y los huesos.
- Reducen la inflamación.
Contienen una alta cantidad de antioxidantes, los cuales además, son conocidos por ayudar a prevenir las señales del envejecimiento.
- Reducen el riesgo de enfermedades del corazón.
Las pepitas de calabaza contienen gran cantidad de omega-3.
- Mejoran el sistema inmune.
Contienen hierro y zinc, los cuales son vitales para la función inmune.
- Pueden ayudar al crecimiento del cabello.
El aceite de pepita de calabaza también tiene sus beneficios, contiene vitamina E, y al aplicarlo en el cuero cabelludo puede estimular el crecimiento del cabello.
Lo mejor de todo es que puedes incorporarlas en tu menú diario de forma muy fácil. Desde avena, ensaladas galletas, sopas o postres. La pepita de calabaza puede ir en platillos dulces o salados, o solas como snack a cualquier hora.
¡Cuéntanos como prefieres comerlas!
